La Semana Santa de Zamora es algo más que un acto religioso; es cultura, esfuerzo, lágrimas de emoción y recuerdos sinceros.
Durante los días de pasión, en la vieja ciudad amurallada, la gente abandona la rutina y vive la pasión, la muerte y la resurrección.
Las calles se llenan de intensa belleza procesional, y este año al fin podremos disfrutar viendo los pasos bailar.
En estos días las calles están llenas de recuerdos, de olor a incienso, largas esperas, silencio, pero también ruido, sonidos de tambores y cornetas que retumban en la vieja muralla mientas pasan las imágenes y cofrades de la Semana Santa de Zamora.
Y es que todo tiene significado. Desde el más pequeño detalle. Os hablare de un par de curiosidades, por si no os habíais fijado, la próxima vez lo haréis.
Los colores litúrgicos durante esta semana están en cambio constante. Túnicas, capas y faldones; cada cofradía refleja con ellos sus sentimientos y valores. Empezamos con el rosa y el blanco el Domingo de Ramos, pasamos por el morado y el negro en Jueves y Viernes Santo, y acabamos con el rojo del Resucitado.
Cada color tiene un significado:
- Blanco: pureza y alegría.
- Rosa: relajación.
- Verde: naturaleza y esperanza.
- Morado: esfuerzo, arrepentimiento y fe.
- Negro: duelo y dolor.
- Rojo: sangre, pasión y martirio.
Por último deciros que los pasos no se verían tan bellos y espléndidos si no fuera gracias a los floristas, que en estos días hacen un trabajo espectacular para que cada arreglo floral entone en armonía con cada imagen. Estas flores no se escogen al azar, dependen de lo que vayan a acompañar.
Normalmente las Vírgenes llevan colores suaves, blancos, rosados… los cuales simbolizan pureza. Suelen escogerse flores como las rosas porque son símbolo de perfección, los lilium evocan a la virginidad y los jazmines la elegancia y amabilidad.
En cambio los Nazarenos y los Cristos llevan colores morados, rojos e incluso cardos, pues aluden al esfuerzo, el dolor y el sufrimiento. Para decorar estas imágenes, los floristas suelen utilizar flores como los claveles rojos o los iris morados.
Imágenes del Resucitado de Villaralbo y la Virgen del Perdigón, cedidas por Floristería Caprichos.